He caído en la tentación de entrar como hacia antiguamente en la casa del libro.
Qué gusto entrar y ver todos esos libros que tienen tan buena pinta y que me vendrían tan bien para devorar este veranito al borde de la piscina, al fresquito...
En fin, que yo no cambiaré nunca, y no he podido evitar salir con una bolsa repletita de tesoros!
Aunque en fin... lo mismo algo sí que ha cambiado...
Anda no m habias enseñado todos tus tesoros!!! Q se rulen!!!
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